Ante el umbral, me detuve. Invoqué a mi maestro, a mi guía y a mi santo y así pude entrar. Extendí mis brazos como alas y mi ángel personal me impulsó y mi inspiró para elevarme. Ascendí sobre unas escaleras celestiales y al llegar arriba, a lo alto, los Maestros me dijeron: “Es ahora, es tu momento, esto es tiempo real, ésta es la oportunidad”.
Mi Maestro, Jaswant Gurú, nos animaba a dar un paso y yo he sentido la determinación, la confianza y la seguridad que deseaba sentir para caminar. He integrado en mí el regalo de Confianza que esta mañana me ofrendó mi hermano Roberto y he caminado con confianza, seguridad, determinación, claridad y alegría. Después he volado como un águila.
También he sido una flor que bailaba y giraba y me dejaba acariciar por (al tiempo que acariciaba a) los pétalos de otras flores. Luego he sido agua y aire y he sido yo misma danzando con ellos. Una lluvia de lucecitas me ha bendecido y he llorado de felicidad.
Mi estrella del alma que brillaba luminosa intensamente se ha convertido en una especie de esfera-bengala de la que se desprendían destellos como estrellitas. He sentido que sí, asumo mi talento, sí, asumo mi carisma, sí, asumo mi existencia.
Inmaculada
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